sábado, 24 de septiembre de 2011

Tor des Geants. El viaje

Bueno, como tengo mala memoria, escribo esto como una forma de recordatorio para mi mismo.
Disculpad la extensión y las licencias que me he tomado pero esto es una especie de diario personal y no una crónica oficial.
.- Primera etapa
Son las 9:45 del domingo. Falta poco para que empiece el Tor y no estoy nervioso. Me siento feliz sobre todo por que ya he pasado todos los posibles inconvenientes para comenzar este viaje.
Me temía que hubiera un estricto control de material obligatorio y sin embargo lo único que han comprobado es que llevo una gran sonrisa.
Así que paso el chip por primera vez por el control y me siento en unas escaleras a ver al público.

Esta misma mañana a las 7h  he dejado la estupenda habitación en el Mont Blanc para ir a llevar la bolsa amarilla al Forum Sport Center. Al final todo mi equipaje esta dentro de esa bolsa y en la mochila que llevare en la carrera.
En el desayuno, pues por casualidad estamos en el mismo hotel, me he encontrado con Quini y Misael.

Son dos experimentados corredores que conozco del foro el atleta. Hemos coincidido en la estación de autobús de Milán y en el viaje ya me he dado cuenta que soy un súper novato comparado con ellos. Ambos tienen multitud de carreras de montaña realizadas además Misael  ha corrido dos MDS y Quini tiene mucha experiencia en marchas y excursiones de varios días por el monte.
En principio ellos eran tres pero Luz, la mujer de Misael, no ha podido venir por lesión.
El recinto de salida se va llenando y nos vamos buscando el resto de españoles, veo a Raúl del CXM,

también conozco a Asis con el que había cruzado varios comentarios en su blog,

a Oscar Martín que es la segundo vez que esta en esta salida y a Víctor.

Oscar es el que tiene más experiencia así que tiene que soportar nuestras preguntas
.- Oscar tu, el año pasado que,  … fuiste más corriendo o andando …
.- Hombre realmente fui la mayor parte riendo …

Con esta teoría y otras es las que se incluye el número de cervezas que hay que tomarse para acabar el Tor vamos templando nervios.
El deseo general es que todos lleguemos a meta. Por aquí la frase que se dice a alguien que se va a enfrentar a una dura prueba es “In bocca al lupo” a lo que todos contestamos “Crepi”
Cuenta atrás y a trotar. Salgo grabando video sobre todo de la gente que nos despide y de Víctor que esta a mi lado.

Cruzamos el río … pasamos por delante del hotel que tengo para el sábado y al bosque.

En toda la carrera la sucesión de terrenos es más o menos parecida. De una población se empieza a subir por largas lazadas en medio del bosque. Luego se sale a una zona de praderas con el mismo trazado en grandes zetas para pasar a la zona de roca hasta el collado. Rápida bajada para encontrar algún refugio y otra vez pradera y bosque.
Aquí, como es el principio, se forma un pequeño tapón al tomar el sendero en el bosque.

Coincido con el grupo de Tortosa. Carlos, Karin, Paco y Elena (la sonrisa más bonita del Tor).
Subo buena parte del sendero con Carlos hablando de sus actividades. Tienen una forma de entender el deporte que me encanta. Además son un equipo muy cohesionado acostumbrado a salir de apuros. Yo los veo como un autobús de línea Courmayeur - Courmayeur y no tengo ninguna duda de que llegarán todos.


Me adelanto un poco pensando que mientras los lleve detrás es que voy bien y me encaro con el primer collado. Col D’Arp. Tantas veces había soñado con este primer collado que se me hace fácil.

El único contratiempo es que nada más llegar veo que el Garmin indica falta de batería. Le cambio las pilas y a disfrutar de una larga bajada muy corrible.

He llegado al Col D’Arp en 2:22 bastante más rápido de mis previsiones pero no me veo forzado ni voy siguiendo un ritmo que no sea el mío propio así que no me preocupo.
Como la organización ha puesto a los que repiten Tor el número de dorsal correspondiente a la posición del año pasado se puede saber que, si el dorsal es inferior a 179, pertenece a un corredor que acabo el Tor el año pasado. Además esta el nombre por lo que puedo pedirle consejo. Eso es lo que voy haciendo en la bajada camino de La Thuile.

También me cruzo con un grupo de tres españoles que se llevan una juerga de campeonato. Van de rojo y les hago una foto comentándoles que la pondré en el blog. Son el equipo palmero Cabra-trail Puntallana . Me hacen repetir el nombre del blog no se cuantas veces y cada vez que me los cruzo me preguntan.
.- Niño ¿Cómo era el nombre?  ¿Apesta y agrede?
.- No … Aposta y adrede.
.- Pero pondrás la foto … no …?
Pues aquí esta la foto.

En el descenso a la Thuile veo una cara que me suena. Es Arnaud Simard el autor de un par de videos del año pasado muy chulos y que he visto varias veces.
Aprovecho para decirle que sus videos son uno de los motivos de que este aquí en este momento pues en ellos se le veía cansado pero muy feliz.
El coincide conmigo al tiempo que evita que me pierda pues en el calor de la conversación ya me iba por un camino equivocado.
Llego a la Thuile contento por que es el primer control y sé que en casa ya podrán ver mis avances y además porque según mis planes tendría que llegar aquí a las 16:44 y son las 13:58.
No me gusta sentarme en medio de las carreras así que como algo rápido, lleno el camel y salgo deprisa … para darme cuenta, cuando llevo recorrido casi un kilómetro, que me he dejado los bastones !!!. Con cara de circunstancias vuelvo al control y a seguir.
En la subida al Refugio Deffeyes me cruzo con una sonriente corredora. En esta etapa todos vamos frescos y nos preguntamos el nombre y de donde somos.
Ella me dice que es de Canadá y yo me tiro un farol y le digo
.- Tu eres Brenda Willians !!!

Bingo es ella y se queda alucinada de que la haya reconocido. Brenda tiene un blog Brenda on the Run que había encontrado estos días mientras buscaba información sobre el Tor.
A pesar de su aspecto un  tanto frágil es una corredora fuerte y experimentada con la que ya no me cruzaré en los días siguientes.
Vamos encontrando algún punto de ristoro y en ellos como siempre lo mejor de estas carreras: los voluntarios.

El paisaje es espectacular tanto el de alta montaña como los bosques por los que atraviesas.
Al refugio Deffeyes llego conversando con Víctor al que he encontrado un poco antes.

En este punto tienen caldo y la verdad es que apetece un montón. Mi invento para los líquidos, una bolsa de plástico de las de envasar bocadillos, no esta probada con líquidos calientes así que, con la navaja que me presta Víctor, me hago un cazo de fortuna cortando el culo de una botella de agua. Ese será mi cazo para el resto de la carrera.
Víctor va más lento pues no quiere forzar su estomago que tantos problemas le dio el año pasado así que me adelanto y llego al Haut Pass a las 17:56
Luego una bajada hasta el refuguio - vivac de Promoud donde hasta nos dan a probar vino. Yo en este punto estaba un tanto despistado pues creía que la etapa estaba casi acabada y que solo faltaba una más o menos larga bajada hasta Valgrisenche.

Empieza a gotear pero los del refugio no le dan mayor importancia.
Sigo para darme cuenta que aún me falta subir al collado de la Crosatie que supone superar un desnivel de 800 mt con el que no contaba. Este fallo unido a que la lluvia arrecia me tocará la moral bastante.
La subida se hace larga y dura … la oscuridad viene y no quiero parar a buscar el frontal en medio del aguacero que está cayendo.
Los rayos nos iluminan de vez en cuando y yo sigo a una corredora húngara que lleva un frontal no muy bueno. Ya en la bajada, aprovechando un periodo sin lluvia,encuentro y me pongo el frontal para, poco a poco, llegar a Planaval.
Allí me cruzo con el equipo de Tortosa. Tienen problemas intestinales pero seguro que lo solucionan en equipo.
En este punto de ristoro oigo que piden un transporte para el corredor con dorsal 1 . Ese dorsal corresponde al ganador del año anterior Ulrich Gross y quiere decir que se retira. Sorprendidos y sin confirmar la noticia seguimos bajo la lluvia hasta la base vida de Valgrisenche 23:42.

La primera etapa ha sido de 13:42 minutos y a pesar de llevar casi 4 horas sobre mis previsiones me esta pareciendo más dura de lo previsto.
En principio no tenia previsto parar en las bases vida visto las crónicas del año pasado pero veo que el  sitio para dormir esta separado del comedor en un sótano así que me dispongo a descansar un rato.

.- Segunda etapa
A las 2:54 salgo de Valgrisenche he estado más o menos las tres horas que tenía previsto. De ellas dos horas descansando en la cama y cálculo que solo una durmiendo. El resto entre la cena y el desayuno. De todas formas las doy por bien empleadas.
Había leído que la bajada del Col Fenetre había roto el proyecto de Jesús García Juanes  de hacer sin apoyo la UTMB y el Tor des Geants seguidos así que mi planteamiento era llegar a esa bajada justo al amanecer.
Subo hasta el refugio del Chalet de L’Epée donde tomo un reconfortante te y más rápido de lo calculado llego al col Fenetre … de noche.
La verdad es que no me impresiona nada … tal vez por los años que practique escalada sobre todo en vías largas … el caso es que se hace con comodidad.

En Rhemes Notre Dame veo a Misael. Sabiendo que tanto Quini como él son más rápidos no esperaba encontrármelos durante la carrera.
Misael me cuenta que Quini se ha roto una costilla en una caída supongo que por lo resbaladizo del terreno después de la lluvia. Lo han llevado al hospital e intentará llegar a casa lo antes posible. Misael no tiene buenas sensaciones. Hace los tramos corriendo a muy buen ritmo y descansa bastante en las bases vida y en los punto ristoro.
Los 1300 de desnivel al con Entrelor se hacen bastante llevaderos y en la bajada veo una de las novedades
de este año. Han colocado unos puntos de socorro justo debajo de los collados más altos para facilitar el socorro de los corredores y la estancia de los voluntarios.
Larga bajada hasta Eaux Rousses donde llego con más de 8 horas sobre el cierre.
Aprovecho para tumbarme un rato pues sé que lo que falta del día se las trae.
La subida al Col du Loson es la más dura del Tor no solo porque se llega al techo de la prueba (3.296) sino porque son 1.600 m de desnivel de golpe.
Calma.
Cuando se acaba el bosque veo una mesa de diseño y decido que es un buen punto para dar cuenta del jamón serrano que llevo. Como siempre del bosque salimos a las praderas y de esas praderas a la roca.
Las distancias son enormes y yo acuso el cansancio del largo día. Cuando veo la subida hasta el col de Loson me vengo abajo.
Bueno, me digo, no pasa nada … usa lo que has ido aprendiendo hasta ahora…
Luego me enteraré que varios corredores se dieron la vuelta justo en este punto y lo entiendo…
Uso la técnica de la gorra. Me calo la gorra y solo me permito ver la siguiente banderina… prohibido mirar de frente al paredón.
Cuando  paro para tomar aliento siempre mirando abajo para ver lo que ya has hecho … y realmente ves que estas subiendo mucho …
En esta subida me adelanta mucha gente … todos los “colchones” que llevaba detrás de mí dejan de estarlo y por más que lo intento no puedo mantener su ritmo. La puntilla definitiva es cuando me adelanta un japonés con un mochilón enorme. La única explicación es que dentro de la mochila lleva a un gemelo y se van intercambiando los papeles. De todas formas es desmoralizante.
Casi arriba me adelanta Asis que ha formado grupo con Josu y decide esperarlo en el collado. . Los 10 Km. de esta tabla me han costado más de 6 horas … es para preocuparse …
Esta es la parte más alta de esta carrera y es aquí donde dejo un puñado de las cenizas de Emilio.
En la bajada intento recuperar la moral un tanto tocada confiando en llegar la suficientemente de día para descansar, comer y recuperarme … pero la bajada es larga y tediosa.
Se hace de noche y buena parte del sendero esta, a mí entender, mal trazado por una zona de lastras inclinadas que castigan nuestros pies de forma inhumana.
Me encuentro un corredor que se ha torcido el tobillo justo aquí pero no acepta mi ayuda así que sigo. Más tarde veré al equipo de socorro subir a por él.
Para colmo comparto parte de este camino con un francés con el que no me entiendo muy bien. A él le suena una alarma y creo entender que dice que es medianoche y aún nos falta un  buen rato de bajada entre el bosque!. Maldición todo el descanso previsto se ha ido al garete.
La llegada es de las que se hacen eternas… del bosque se sale a la civilización… que no es Cogne sino una especie de  barrio de Cogne por lo que hay que seguir varios kilómetros por carretera hasta llegar a Cogne y allí descubrir que el polideportivo esta…. justo al otro lado del pueblo. La verdad es que llego cansado, cabreado y desmoralizado y se nota.
Casi no ceno … definitivamente esto es bastante más duro de lo esperado y no se parece en nada a ninguno de mis entrenos. El último entreno que hice en Ordesa me parece un paseo para comprar el pan comparado con esto.
He llegado a Cogne a las 23:36 la alarma del francés no era a medianoche pero mi estado de animo no mejora. Ha sido una etapa dura de 20:40 de duración.
Sólo la etapa de hoy se acerca al record de duración que tengo en 23 horas en la UTGS de hace casi un año.
Me voy a la zona de camastros con la idea de la retirada rondando ... sin ponerme alarma ni pedir a nadie que me despierte. Se que el cierre aquí es a las 6 de la mañana y casi deseando quedarme profundamente dormido hasta pasada esa hora me tumbo a eso de las 00:30.
Me despierto y pregunto la hora. Son las 01:20 estoy un poco más descansado.
Me he despertado yo solo y eso querrá decir algo … bueno los ronquidos del personal han ayudado bastante …
Vale Javier eres un paquete y esto es más duro de lo que pensabas. Ni subes volando ni bajas a toda leche. Solo queda ver si eres de esa clase de paquetes que se esconden bajo las mantas haciéndose el dormido o de los que siguen …
Veo a Gigi Riz durmiendo cerca y observo que somos bastantes los que estamos aquí  así que no voy tan mal.
Me levanto y pregunto a un par de masajistas que han estado cerca todo este rato..
.- Decirme la verdad, podré soportarlo. ¿He roncado?
.- Scusa non capisco niente!!
Me he olvidado que estoy en Italia. Con gestos repito la pregunta. Una educadamente hace que no entiende pero la otra hace con la mano un gesto que no deja lugar a dudas. !He roncado. Que verguenza ¡
Ante esto solo queda seguir ...
He estado algo más de dos horas en esta base vida y habré dormido una hora.

.- Tercera etapa
A las 02:46 salgo otra vez a la carretera y enseguida por un sendero al bosque. No han pasado 15 minutos y ya veo que ha sido un bajón que he superado. Mi estado de animo ha cambiado de forma radical y estoy feliz y disfrutando de la noche. El siguiente punto es el refugio del Sogno donde llego ya amanecido.
En este refugio y por cortesia de sus guardas tenemos una estupendo sopa con pasta, verduras y alubias que aqui llaman minestrone.
Esta caliente, es deliciosa y sin verguenza alguna me tomo dos platos.
Alguna gente se queda a dormir en las habitaciones o simplemente hechan una cabezadita en el sofa.
En la mesa comento que noto las piernas duras y con agujetas, lo que por otro lado considero normal. Marcelo me dice que aproveche cualquier momento para hacer pequeños estiramientos ... !Que fallo¡ Sólo habia estirado antes de salir en Courmayeur como se fuera a dar la vuelta por la ribera del Ebro habitual de 10 km ... de novato ...
En una corta subida estamos en el collado Fenetre de Champorcher.
He decidido que voy a empezar a descansar fuera de sitios establecidos así que busco un prado al sol donde hechar una reconfortante siesta. Lo encuentro pasado el refugio Dondena.
Me aparto un poco del camino y tiendo al sol toda la ropa que llevo empapada de sudor ... me quito las botas y a dormir.
Ha sido aproximadamente una hora pero me ha sentado genial.
Más adelante me encuento a Marc, un catalan que va a un paso tranquilo. Lo tiene todo calculado y eso que tiene que llegar 4 horas antes del límite para coger un autobus a Ginebra si no quiere perder su vuelo a casa. Tiene las ideas muy claras aunque despues de contarnos nuestras respectivas historias los dos coincidimos en que somos un tanto temerarios.
Los dos nos damos cuenta que hemos pasado hace rato nuestro limite en kilometros recorridos pues llevamos más de 110 y nuestro límite anterior estaba en poco más de 100 km.
De todas formas me doy cuenta de que él tiene una fuerza de voluntad capaz de parar un tsunami y un talante alegre que le puede sacar de cualquier circunstancia.
Yo por si acaso me adelanto pues voy más comodo un poco más deprisa y con algo más de colchón.
Al poco me encuentro a Victor y juntos pasaremos por Pontboset, Bard y Donnas.
A Donnas entramos por la calzada romana que pasa por un arco tallado en la roca. Nada más pasar ese arco un despiste nos lleva a escalar un sendero hasta que, gracias a dominio del italiano de Victor, la organización por telefono nos indica que estamos en el sendero erroneo.
Llego a Donnas a las 19:15  han sido 16:30 para la tercera etapa y el estado de animo es bastante bueno. Desde que he seguido el consejo de Marcelo el estado de mis piernas ha mejorado radicalmente y las siento siempre como el primer día.
Antes de llegar a la base vida me he encontrado a Albertxo y Roberto un lujo de grupo de apoyo que sin conocerme de nada me han apoyado en todo lo necesario.
El cansancio pasa factura a los corredores y hay alguno literalmente derrotado.
Le pido a Albertxo un frontal bueno. Los mios son mecheros comparados con los que llevan los demas. De hecho cuando me adelantan parece que me adelantan motos...
Albertxo en seguida esta en la base vida con un par de frontales y sus correspondientes pilas y la verdad es que la diferencia es abismal.
Alli veo a Misael lesionado. Se retira e intentará llegar a casa lo antes posible. Antes de irse nos desea suerte y nos da todos los elementos que ya no usara. Los geles, las sales para el agua y hasta el cazo.

.- Cuarta etapa
Salgo de Donnas a las 20:49 solo he parado a cenar sin hecharme a dormir. Se que la etapa cuarta es de las duras y quiero adelantar lo más posible.
Victor lleva una estrategia diferente y decide que saldrá a la 1 de la noche forzando el límite. Así que nos despedimos sabiendo que probablemente nos volvamos a encontrar ... que arrieros somos ...
En la subida a Perloz me encuentro estas sirgas que cruzan el sendero. Son un medio de trasportar maderos y materiales monte abajo y como muchas veces cruzan los senderos ponen esos trapos para avisar de su existencia.
También me encuentro los famosos alacranes negros de Fali aunque de un tamaño que no pasa de los 2 cm.
En esta parte converso con Manel de Cazorla. Me cuenta que esta es !su primera carrera de montaña¡. Eso sí, tiene muchisima experiencia en el monte y un envidiable sentido del humor.
Por desgracia el bello puente de Moretta lo pasamos de noche.
Ahora el sendero sube entre pequeños grupos de casas unidos por una carretera sinuosa. En dos de estos puntos me pierdo teniendo que retroceder.
Una de estas veces me encuentra un señor en su coche a eso de las 2:30 de la mañana. No solo me indica el camino correcto sino que se ofrece a acercarme al punto correcto en coche. Yo declino para ver, cuando llego al punto correcto, que ha estado esperandome para asegurarse que no me vuelvo a perder.
!Todo un detalle¡
Así llego a Sassa a eso de las 3:00 punto de control y ristoro servido por un grupo de jovenes voluntarias. Me animo a pedirles el ordenador para mostrarles mi blog y les cuento que lo actualiza mi hija.
Les hace mucha ilusión ver como se sigue esta carrera desde tan lejos y a mí me emociona ver, aunque sea de refilón lo que María esta escribiendo en este blog.
Pero la conexión es lenta por las montañas y no puedo quedarme todo la noche esperando que se cargen las fotos ... así que sigo para arriba.
Un poco más adelante se acaba la carretera en un aparcamiento que deduzco es el lugar donde dejar el coche para llegar al refugio de Coda siguiente punto. El sueño empieza a atacarme.
Llevo 66 horas de actividad, 161 Km.  y he dormido hasta ahora menos de 3 horas. La preparación que llevaba para el sueño ha consistido en dejar de tomar cafe, te y otros estimulantes las dos últimas semanas y dormir todo lo que el cuerpo me ha pedido para tener reservas de sueño. Esto ha funcionado bien hasta ahora pero en este punto tengo que buscar un sitio donde desmayarme que sea lo más cómodo posible.
En un punto donde esta clara la línea de banderinas a seguir me desvio hacia una caseta de pastor que parece abandonada. La intención es acurrucarme debajo del alero o de cualquier sitio seco de la caseta. Me siento finalmente  junto a la puerta ... y veo que esta cede. No esta cerrada. El interior esta sucio con agujeros en el techo y suelo de maderos que dejan ver la planta baja. Alumbro al fondo y ... no me lo puedo creer !Hay un colchón enrollado colgando de una viga del techo¡
Con cuidado lo desenrollo y sin pensarmelo dos veces me tumbo encima. Con la chaqueta me cubro y me quedo dormido son las 4:28 .
Estoy teniendo una pesadilla. Tengo frio. Estoy encima de un sucio colchon en una caseta en ruinas perdido en unas montañas desconocidas. Muevo la mano para taparme con el edredón que supongo se ha caido o para tocar el cálido cuerpo de Pilar ... y me doy cuenta que la pesadilla es la realidad.
Estoy tiritando de frio. !Tengo que moverme ya¡ .A duras penas consigo volver a enrollar el colchón y dejarlo donde estaba y salgo al exterior.
Por suerte la línea de banderinas se ve nitidamente y puedo subir deprisa para entrar en calor. Son las 5:40 habré estado menos de una hora dentro de la caseta. Lo suficiente para quitarme la losa de sueño de encima.
Veo unas señales que indican la dirección al refugio de Coda y al rato me cruzo con dos excurisionistas. Tengo ganas de llegar, por eso cuando les pregunto por el refugio y me dicen
.- Justo , Justo
Yo quiero interpretar que falta poco. Pero no, al cabo de un par de horas me doy cuenta que quiere decir que voy en buena dirección no que esta cerca ... .
Al amanecer veo el refugio.
Intentar explicar como fue ese amanecer entre dos valles excede con mucho mis escasas dotes literarias.
Quizas sea lo más bonito que he experimentado nunca en naturaleza.
Una sopa caliente en el refugio y a continuar.
El siguiente regufio es el del Lago de Vargno donde llego a las 10 de la mañana. Localizo un colchon al sol y me dispongo a dormir una hora que es lo que me deja el guarda del refugio.
Al despertarme oigo voces conocidas. !Que alegria¡ Son Victor y Marc.
Marc sin embargo no tiene buenas noticias. Su rodilla se niega a trabajar en las bajadas y se plantea retirarse.  Aunque se resiste.
.- !Pero es que me sabe mal, oye¡
Ya ha hecho varios intentos con mucho dolor pero aún así hace un último intento y nos sigue en la distancia.
Sabemos que no podemos hacer nada para aliviarle el dolor y que tampoco es bueno ir a su ritmo así que nos vamos distanciando.
Victor lleva un buen ritmo a pesar de llevar sólo un bastón. Cada media hora tiene su momento agua que yo aprovecho para descansar, quitarme o ponerme ropa o simplemente hacer una foto.
El lleva más control de altimetria y de lo que falta así que yo recojo el garmin para ahorrar pilas.

Pasamos el col Marmontana y llegamos al colle della Vecchia. Punto de ristoro con sopa recien hecha de la que damos buena cuenta y que acompañamos con nuestro jamón que compartimos con los voluntarios. De allí en larga bajada entre el bosque llegamos a Niel. Son 186 Km la mitad venia marcada por el regugio de Coda y ahora el objetivo es llegar a la cifra mitica de 200 km y conseguir pasar esta etapa que es la segunda dura de la carrera. Por eso no nos entretenemos mucho en Niel y a las 18:44 salimos. Hay que salir de la siguiente base vida que es Gressoney antes de la 1 y ya no nos confiamos nada viendo que los tiempos previstos para cada etapa se alargan sin ninguna explicación objetiva sobre el papel.
Empezamo a subir buscando el collado Lazoney yo me voy encontrando cada vez con más sueño y cansado y el collado no aparece nunca. Yo esperaba que fuera un collado facil de superar pero es una sucesión de rocas en cuesta sin final. Atras se oyen voces de gente como de excursión ... mujeres y niños ... Pero nos extraña que alguien salga casi de noche de excursión y con niños ...
Al rato nos damos cuento que son la escoba. La escoba son los voluntarios que retiran las banderinas nada más que pasa el último.
Eso quiere decir que somos los últimos. Nosotros pensabamos que aún había alguien detras pero se han debido de retirar.
Cada vez están más cerca pero respetando nuestro lento avance. Nos guian en alguna parte algo confusa y me preguntan. Pero yo estoy cada vez más cansado y no soy capaz de contestar nada coherente.
Se empiezan a preocupar y me ofrecen chocolate que yo rechazo al principio para aceptar luego con casi gula. Necesito energia rapida y eso me lo da el chocolate pero el sueño sigue golpeandome. Los niños están un tanto asustado y preguntan a sus madres que es lo que pasa. Yo diriá que hablan en el dialecto valdostano pues no parece ni frances ni italiano. Me parece mas dulce y bonito que el italiano o el frances. Lo hablan sobre todo los niños entre risas y bromas.
En la escoba va un chaval que parece el guia ... muy joven pero con autoridad. Cuando ve que la situación es un tanto crítica se pone delante y nos guia al collado y luego por unos llanos inundados con casi 3 o 4 centimetros de agua. Yo estoy a punto de plegarme de sueño pero este no es el lugar más indicado. Nada más pasar esta zona busco una roca a la derecha para dejarme caer. No puedo más de sueño y cansancio pero ellos insisten en que no me quede allí y me levantan. Me dicen que cerca hay una “baita” una cabaña donde puedo descansar. Lo intento pero al poco rato tropiezo y me voy al suelo casi dormido. El chico toma las riendas del asunto en seguida.
Me toma fuertemente de un brazo y con la mirada busca apoyo alrededor. Enseguida una de las mujeres me toma del otro brazo y una tercera se pone delante para evitar que me vaya de cara contra las rocas. Los niños han quedado encargados de recoger las banderinas y eso los entretiene y les hace sentirse mayores.
Victor que esta tan cansado como yo o más bastante tiene con mantenerse en marcha y me traduce lo que estan diciendo.
.- Dai , Dai ... allez, allez
La mujer de la izquierda me pregunta mi nombre, de donde vengo  ... se lo que esta haciendo. Es el  protocolo a realizar con alguien que quieres que no pierda la conciencia y yo intento colaborar con ella pero la lengua  la noto pastosa y casi no puedo articular.
Por fortuna esta mujer tiene la cualidad, que siempre he envidiado, de silvar con fuerza y la usa para avisar a los de la cabaña que vamos y de paso para despertarme.
En realidad podría despertar a todo el valle.
Me sigue contando que la “baita” donde vamos es una de las más bonitas del valle y que es una pena que sea de noche pues no podré verla. Yo pienso que a mi en realidad me vale cualquier trozo de hierba para dormirme pero es dificil resistirse y en el fondo se que tienen razón.
Debemos parecer un  grupo  extraño. Los adultos han  ido colocando las banderinas en la espalda de las mochilas y ahora los niños tambien por lo que todo el grupo de la escoba parecen dotados de una especie de alas de diseño amarillas que se van moviendo a cada paso. Yo voy como trasportado por angeles guardianes valdostanos y querubines.
Poco a poco me recupero y soy capaz de andar solo ... sobre todo cuando veo por fin el punto ristoro, la “baita” de Oberloo.
Llegamos y me tomo unos buenos tragos de CocaCola. En esta punto solo queda una voluntaria con más ganas de cerrar y bajar a Gressoney que otra cosa por lo que la idea de dejarme dormir alli no es viable.
Yo he perdido el control de la carrera y ni se si estamos en hora o no. El chico de la escoba nos plantea que si salimos de inmediato podemos llegar.
No se plantea dividir el grupo por lo que si yo no sigo no llegaremos ninguno de los dos. Me siento algo mejor así que apuesto por seguir de inmediato.
Queda la consabida bajada entre prados y la parte del bosque ... larga ... muy larga. Cuando llegamos a la carretera pienso seriamente que van a buscar un coche para llevarme pero en esos momentos ellos confian más en mí que yo mismo y siguen animandome.
.- Dai,dai ... esta cerca.
Cuando por fin vemos la pancarta saco fuerza no se de donde y me hecho a correr para llegar a las 00:47 cuando el límite es la una.
Uf ... por los pelos ... Cuando me vuelvo para agradecerles todo lo que han hecho por mí ... simplemente no estan ... han desaparecido.
Así  son los angeles guardianes valdostanos hacen ... y desaparecen.

En la base vida estan Albertxo y Roberto con Marc. Este definitivamente se ha retirado pero sigue manteniendo su sonrisa y animo. Me alegro de verlo bien. Enseguida el equipo de apoyo nos trae un plato de pasta y las bolsas. Son increibles como te apoyan y como lo viven. Nada más entrar nos han dejado fichar la salida diciendonos que podemos estar unos minutos más como de cortesia. Voy a la zona de duchas y veo que hay agua caliente ... y no me puedo resistir. Me meto en la ducha y nada más enjabonarme viene Albertxo corriendo
.- Rápido... teneís cinco minutos para salir o estais fuera de carrera ...
Me ayuda a recoger todo a calzarme .- sin calcetines,- dice Albertxo. ... solo las zapas .-  y en un volao estamos fuera de la base vida. Ellos se han encargado de cerrar las bolsas y entregarlas y ya fuera nos ponemos los calcetines y nos calzamos.
No hemos podido comer casi nada ni descansar pero estamo en carrera y con fé. Por supuesto nada que reprochar a la organización que bastante comprensiva ha sido con nosotros.

Este es el fin de la cuarta etapa. Han sido 28 horas para completar esta etapa en la que he dormido 2 horas. Hemos llegado a los 200 km pero ni siquiera tenemos tiempo de celebarlo.

.- Quinta etapa.
Una vez pasada la excitación de la llegada al límite el cansancio y el sueño vuelven a aparecer.
Hemos cambiado de grupo escoba. En este van tres chicos una chica y un pastor alemán que nos ira adelantando y entreteniendo durante el camino.
La idea fuerza es llegar al refugio de Alpenzu para poder dormir una hora allí.
Vamos bordeando el rio y yo me pregunto si no será mejor volver a la base vida, abandonar  y quedarme durmiendo. Cuando lo  planteo al grupo escoba me dicen que en la base vida no queda nadie durmiendo y que a lo que llegue estará practicamente desmontada.
A veces la decisión de seguir la toman por tí ... simplemente por que no hay otro sitio donde ir.
El sueño sigue golpeandome y planteo hechar una siesta en un pretil de hormigón que parece seco. El grupo me dice que hay un banco de tronco cerca y alli me desmayo pidiendo que me despierten en 10 mínutos.
A los 15 minutos me despiertan y me dicen que Victor, logicamente, ha seguido pues se quedaba frio. Me pongo en marcha cuesta arriba con casi el mismo sueño que antes . Me acuerdo de las palabras de sr. ornitorrinco “TU PUEDES CON EL TOR !!!!!!!!!!!! No lo olvides.” y de tantos otros mensajes de animo y aprieto los dientes concentrándome en cada paso …  en no tropezar ... en usar bien los bastones … en atacar las banderinas de una en una … pregunto y me dicen que falta solo 40 minutos.
Yo no me lo creo pero agradezco el engaño. Al final llego y voy directo a la litera.
A la hora te despiertan. Víctor ya esta listo y el resto del grupo escoba también. Algo más animado y descansados nos ponemos en marcha. Son 1000 metros de desnivel al collado Pinter pero se hacen bastante llevaderos creo recordar que llegamos con los primeros rayos de sol.
Hace bastantes kilómetros que hemos decidido hacer grupo Víctor y yo pues dado el estado de cansancio y sueño que arrastramos es mucho más seguro ir juntos.
Pasado col Pinter el terreno no presenta dificultadas sobre el papel. Pero esto es alta montaña y no hay nada fácil. Llegamos a Crest a las 10:40 ya con el límite horario de Saint Jacques agobiándonos.
Aunque el terreno no presenta grandes desniveles todo esta compuesto de pequeñas subidas y bajadas que hacen el avance más lento de lo deseado. Aún así conseguimos llegar a Saint Jacques con casi una hora de tiempo.
Confiamos en gestionar rápidamente el resto de la etapa para tener algo de descanso en Valtournanche. Con esta intención atacamos el col Nannaz unos 1000 metros de desnivel que se hacen relativamente bien sobre todo por que casi arriba esta el refugio de Grand Tournalin precioso y donde nos sirven una minestrona deliciosa de la que repito.
Lo mismo hace la pareja de japoneses que nos vienen siguiendo.
Luego queda una larga bajada hasta Valtournanche.
Allí llegamos a las 18:38 con más de dos horas de tiempo y decidimos quedar para comer algo y salir a las 20:30  y con ese tiempo cada  uno haga lo que más quiera.
Yo me dirijo directamente a los camastros indicando que me despierten a las 20:25.
El sistema funciona bastante bien tu dices el dorsal y la hora y te hechas a dormir poniendo la bolsa con el dorsal visible a tu lado. De esa forma te pueden despertar fácilmente.
Por desgracia las mantas de aquí pican bastante pero aun así consigo dormir una hora más o menos.
Mientras espero a Víctor pregunto por la previsión de tiempo y me dicen que es bastante buena hasta el sábado.
Como algo y llamo por teléfono. Que importantes y que emotivas resultan estas llamadas. Siento a mi gente implicada en la carrera y me arrepiento profundamente de haber pensado en abandonar el segundo día.

Esta etapa nos ha llevado 17:50

.- Sexta etapa
Salimos a las 20:46 de la  base vida sin nada de colchón y confiados en que esta sí que sea una etapa sencilla. En la anterior etapa hemos ido muy a la par con una pareja de japoneses. Esta vez también salen un poco antes que nosotros. Cuando dejamos el pueblo para empezar a subir por el bosque nos los encontramos de vuelta.
Se han perdido y vuelven a la carretera para reorientarse. Nosotros estamos seguros de que el camino correcto es justo el que ellos acaban de deshacer. Ante nuestra seguridad ellos optan por seguirnos para evitar perderse de nuevo. Así empezamos la primera subida de esta etapa que acaba en el refugio de Barmasse donde esperamos dormir algo.  En el camino hemos adelantado a Francis de Stefani (me puedo equivocar en el nombre).
Es toda una institución en este tipo de pruebas pues a sus 65 años ha realizado las nueve ediciones de la UTMB y las ocho del Grand Trail del Cromagnon. Lo vemos andar despacio torcido por el sueño y el cansancio pero inquebrantable. Lleva, además de la mochila una riñonera con un  saco de dormir. Casi no responde a nuestra conversación y se afana en seguirnos aunque enseguida lo dejamos atrás.
Los japoneses nos siguen sin parar de hablar. Es extraña la noche en los Alpes con ese soniquete de fondo…
Esta vez es Víctor el que lleva más sueño así que mantenemos el contacto hablando para adecuar mi paso al suyo.
Por el camino planteamos la estrategia a seguir. Quedamos en dormir dos horas en el refugio pues parece que ahora si que se puede y continuar después de este descanso. Yo voy pensando que igual es mucho y saco el tema pero Víctor me convence con el argumento de que descansaremos más dos horas seguidas que dos sueños de una hora.
El refugio esta al lado de un gran pantano cuya presencia es anunciada por una línea de faroles en mitad del bosque y la espesa sombra negra de la presa. Al llegar somos casi maleducados pues vamos directamente a las literas. Víctor se queda frito de inmediato y yo tengo que hacer una de mis innumerables visitas al señor Roca.
Dos horas pasan rápido. Llevo días en que no me  cuesta nada quedarme dormido. Me despierta la guarda del refugio y me dice que es posible quedarnos otra hora más. De eso nada, es un regalo envenenado y no tenemos tanto tiempo. Me cuesta despertar a Víctor pero en seguido nos ponemos en marcha. En la sala esta nuestro amigo Francis dormido en el sofá completamente agotado como un muñeco roto. Ha abandonado en este punto y yo me asombro de que haya conseguido llegar hasta aquí tal y como lo vi anoche.
Nuestros amigos los japoneses no están. Seguro que han dormido menos. Son conscientes de que somos el furgón de cola y mientras para nosotros ser los últimos puede resultar simpático para ellos seguro que es patético.
La verdad es que nos hemos despertado frescos o al menos eso creemos pues las fotos y la marcha a la que andamos no dicen lo mismo.
Pasamos por un punto ristoro perdido en la montaña que al vernos llegar ponen en marcha el grupo electrógeno para iluminarlo. Lo llevan un padre y un hijo pastores de la zona. Nos sirven un caldo y nos ofrecen plátanos para que nos los llevemos. Están buscando a una corredora que esta perdida por los alrededores pero nosotros no hemos visto a nadie en los últimos kilómetros.
Pasamos por el collado de Fenetre d’ Ersaz. Este tramo es de 7,3 Km. sobre el papel simple con una subida corta pero pronunciada y después una corta bajada y otra corta subida. Parece sencillo. La primera subida es fácil de reconocer y la hacemos con alegría. Luego vienen la bajada y la subida y ya empezamos a buscar el  refugio con ganas de llegar.
El viento viene de los glaciares y es muy frío pero nos resistimos a parar dado lo cercano del refugio.
El viento frío arrecia. Yo llevo los pantalones largos pero Víctor no y me dice que para un momento a ponérselos y que me adelante que ya me pillará.
Sigo para llegar al siguiente collado col Fenetre de Tsan que yo pensaba que ya habíamos pasado. Son las 5:46 del viernes y me doy cuenta de la lejos que debo estar del refugio.
A lo lejos, muy lejos, veo una luz. Esta al otro lado del valle y me resisto a creer que sea el refugio Reboulaz pero mi escaso sentido común me dice que no puede ser otra cosa.
Eso supone bajar hasta el fondo del valle para volver a subir por la cuesta que veo enfrente hasta el refugio. Era parte del camino que creía hecho hace rato. Me vuelvo y no veo el frontal de Víctor. En este punto me tendría que haber dado cuenta que algo no iba bien con Víctor. Generalmente marcha rápido y ahora le había sacado demasiada ventaja. Solo podía deberse al sueño. Pero yo estoy demasiado cansado para pensar correctamente y sólo me da para, maldiciendo, comenzar a bajar lo que luego tendré que subir.
Luego resultará que el camino va a media ladera y no era tanto el esfuerzo pero el cansancio ofusca mi razón.
Antes de llegar al refugio a lo lejos veo el frontal de Víctor. Le hago señales que él no ve. Luego me enteraré que ha sufrido un profundo ataque de sueño y que fue tambaleándose por el sendero casi a punto de caerse súper despacio para asegurar el paso.
Yo llego al refugio y solo digo las palabras imprescindibles.
.- Soy español, me llamo Javier. Dormir. Cuando llegue Víctor que me despierte.
Los guardas, gente supera mable, son italianos pero veo en su mirada que han entendido el mensaje y repiten nuestros nombre. El refugio es pequeño pero acogedor. Paso a la sala con literas y me desmayo.
Me despierta Víctor. ¡Mierda, ya es de día! No se cuanto tiempo he estado dormido pero no esperaba despertarme de día. Me levanto de un brinco y sin casi comer nada estoy fuera.
En el refugio ya nos ha pillado otra vez la escoba. Con ellos por detrás llegaremos al refugio – oratorio de Cuney. Son las 8:33
Allí preguntamos a los de la escoba como vamos para llegar a tiempo a Closé y a Ollomont. En este punto tenemos dudas sobre la hora de cierre en Closé pues en un sitio pone a las 13:00 y en otro a las 13:30.
Nos contestan que puede que lleguemos a las 13:00 a Closé pero que no a Ollomont. De todas formas seguimos al paso más vivo que podemos. El grupo escoba es numeroso y animado. Recuerdo especialmente a Luisa una conocida de Víctor de la última edición de la Gran Trail Valdigne. Persona amable y alegre donde las haya siempre confiando en que podemos llegar y sin ninguna impaciencia. Además lleva unas almendras deliciosas. A estas alturas cualquier variación en la dieta se agradece mucho.
Generalmente yo soy más rápido que Víctor en las bajadas por eso cuando empieza la larga bajada a Close me dice que ni se me ocurra esperarle sobre todo dado que no esta claro la hora de cierre. Es en esta bajada donde vuelvo a ver a los japoneses. Sin embargo ya han decidido no seguir y abandonaran en Clozé.
La bajada pasa por pequeñas casas de recreo con gente tomando tranquilamente el sol. Ya no tenemos tiempo de saludar … deprisa … deprisa… otra vez intentando adivinar donde estará la pancarta … y cuando la vemos aceleramos en una loca carrera subiendo la cuesta hasta la carretera. Desde el pretil de esa carretera un voluntario me hace gestos  con la mano… me quedan 10 minutos… sigo corriendo y con la mano que lleva el chip por delante entro en control. Hemos entrado juntos a las 13:22
 Nos dejan el control hasta las 13:30 y nos permiten seguir pero en control se esta desmontando y en dos minutos tenemos que dejarlo.
Miro a Víctor. Los dos sabemos que es muy difícil llegar a tiempo al siguiente control sobre todo por el estado de cansancio que llevamos. Yo necesito recuperarme y el tiempo es muy justo. En mi fuero interno sé que no puedo llegar a Ollomont a tiempo e incluso dudo que tenga fuerzas para llegar de día…
 Lo sensato sería dejarlo aquí que es un sitio cómodo de retirada y donde en unas horas estaríamos en Courmayeur pero ninguno de los dos quiere retirarse. Así que nos volvemos a juramentar que no abandonaremos y comenzamos la subida por el bosque con la escoba con nosotros.
Somos cuatro corredores pues hemos ido pillando a los últimos rezagados.
Ya en la subida veo que mi ritmo es más lento que el de los otros tres. Ni me esperan ni quiero que me esperen. No tiene sentido con el tiempo tan justo. Además otras veces ya hemos visto que lo que pierdo en la subida lo gano en la bajada.
Pero esta vez es distinto. Me ataca el sueño y el cansancio y mi ritmo es superlento. Me quedo solo con tres de la escoba.
No me rindo. Pido una parada para dormir y me tumbo en el prado sin ni siquiera quitarme las mochilas. Son unos 10 minutos creo y me vuelvo a levantar.
Bendita paciencia la del grupo escoba.
Sigo lento y ellos detrás de mi. Van hablando del ritmo de subida controlado por sus altímetros. Cuando se habla tanto del ritmo de subida solo quiere decir que el ritmo es lento.
Pero no me rindo. Paro a descansar en las piedras que veo apropiadas para tomar resuello. Varias paradas “técnicas”  a la vista de todo el valle…
En el horizonte se dibuja una cresta lejana. Pregunto si Ollomont está al otro lado de esa cresta y la chica de la escoba me contesta que espera que no. Yo también lo espero. Pero si no es así  ¿para que estamos subiendo tanto? .
El grupo de corredores se han adelantado muchísimo dado mi lento avance y ahora puedo ver que lo que temía era cierto. En la cresta, por el punto lógico de paso, se ven unos diminutos puntos que deben ser mis compañeros. Enhorabuena por ellos. Yo dudo que pueda llegar a ese collado y pienso si no sería mejor volver a Clozé- Pero las señales ya no están, yo me mareo constantemente y pienso que es más seguro seguir con la escoba además … no me rindo …
En la zona donde se acaba el bosque está el punto de ristoro prácticamente desmontado. Tengo  que ir a por agua a una fuente cercana. Sin casi parar seguimos. Por radio oigo que se han encontrado a una corredora que no puede dar un paso más y que esta en el collado Brison que es el que se ve desde donde estamos. Han pedido el helicóptero para sacarla del collado. Confirman que viene el helicoptero grande. Los de la escoba me dicen que si llego pronto al collado me podré ir con los del rescate dado que mi estado no me permite casi avanzar.
Yo en este punto pienso que no podré ni llegar al collado aún así … aprieto los dientes y me concentro en cada paso… gorra calada…siguiente banderina… no mires arriba … respira hondo… siguiente banderina… Se me hace interminable pero al fin dejo de ver banderinas y veo a la chica lesionada.
Me siento junto a ella. Los de la escoba se despiden. Han sido superpacientes conmigo.
Además de la chica hay dos de la organización. Me indican que me ponga chaqueta pues hace frío. Obedezco. La vista es espectacular por un momento me recuerda a los documentales del Machu Pichu. La chica tiene una bota rota. Parece ser que tiene una ampolla tan grande que se tuvo que cortar la bota para que creciera y luego se lo cubrió con cinta americana… hasta que no pudo dar un paso más. Me sorprende la fuerza de su mirada.
Pasan escasos minutos y oigo el helicóptero que se acerca. Me da justo el tiempo de ponerme la capucha antes de sentir la fuerza del aparato. La sensación es salvaje. El viento que desplaza es tan fuerte que siento que si me levantara sería lanzado al vacío para aterrizar en Clozé. El viento que nos golpea esta lleno de tierra y piedras. No hay forma de abrir los ojos. Por fin se va.
En frente de nosotros vemos dos seres con casco y trajes brillantes de vivos colores que han aparecido no se bien de donde. Me siento como un débil indio que va a ser sacrificado por haber mancillado estas sagradas montañas. Espero ver como empuñan un puñal de piedra y con el me abren el pecho para sacar mi palpitante corazón.

Son nuestros rescatadores. Hábilmente nos colocan un arnés y nos sujetan a ellos.
Se vuelve a acercar el helicóptero y veo como desciende el cable. Le intento decir que saquen primero a la chica pero el rescatador me mira y se ríe.
.- Tu no tienes que hacer nada .- me dice
Mejor. Aún así cuando quedamos colgados del cable no puedo evitar agarrarme con fuerza al tope. Una vez en el interior se relaja la tensión. Sé que mi carrera se ha acabado y no se exactamente como sentirme.
Me ha debido entrar algo en el ojo… porque estoy llorando… mi rescatador me toco el hombre y sonríe y el médico me toma el pulso para comprobar que todo va bien.
He llegado hasta el Collado Brison a 2460 m de altitud después de recorrer unos 276 Km. con aproximadamente  22.000 m de desnivel positivo superado en unas 127 horas de actividad de las cuales unas 8 han sido de sueño.
127 horas las mismas que tardo Aron Ralston en tomar la decisión que salvaría su vida. De que formas tan distintas se puede llenar el tiempo.
Luego me llevaron al hospital donde después de un reconocimiento preliminar me pusieron en una habitación de urgencias. Por fin una ducha… que  placer.
 Cuando me preguntaban que me pasaba hablaba de cansancio… de una carrera que duraba desde el domingo… que había dormido 6 o 7 horas .- ¿Cada día ? .- ¡No . En total!
Los análisis dan muy bajo el potasio y me dicen que tengo que estar en el hospital hasta el martes lo que supone perder el avión de vuelta. El trato en el hospital ha sido excelente y confío en la doctora que me ha tratado pero quiero volver a casa pronto así que le prometo que nada más llegar iré al médico y pido el alta voluntaria.
En seguida vienen a buscarme de la organización. Elena que habla español bastante bien y Alberto su padre uno de los organizadores. Amablemente me llevan hasta la puerta del hotel en Courmayeur.
Sobre si me retire o me retiraron decir que desde luego ni yo ni la escoba habría pedido un rescate para mí. Otra cosa es aprovechar un rescate ya montado sin interferir en el. Si no hubiera sido necesario sacar a esa chica del collado yo habría seguido con más o menos paradas para llegar, seguramente, a Ollomont al anochecer con varias horas pasado el plazo. La escoba, con su gran paciencia, habría ido detrás de mí con el buen talante de siempre ofreciéndome seguridad y ánimos. Por eso mismo y por respeto a esas personas ni siquiera me plantee rechazar la salida que me ofrecían pues la decisión no me afectaba sólo a mí. No podía obligar a nadie a ser mi colchón de seguridad solamente para aparecer como "fuera del tiempo máximo" en vez de "retirado" en la clasificación. Me hubiera parecido una falta de respeto a su trabajo y a la forma impecable en que me habían tratado.

Gracias es la palabra que más veces acude a mi mente cuando me acuerdo de esos días.
A todos los miembros de la organización y los voluntarios. A los que te ofrecían un vaso de agua y a los que marcaron tan bien la carrera. A los que estaban en los punto de ristoro en medio de la nada a altas horas de la mañana y a los que te despertaban en las bases vida. A los que te socorrian desde un helicoptero y a los que te atendian en el hospital. Por supuesto gracias de todo corazzón a las escobas y a los angeles de Niel.
Gracias también a mis compañeros de carrera Misael, Quini, Manel, Víctor, Marcelo, Asis, Josu, Marc, Oscar,  el grupo de Tortosa, los Cabratrail  y tantos otros con los que nos fuimos cruzando una y otra vez. Entre los compañeros de carrera quiero incluir a Albertxo y Roberto que se merecen sin duda un dorsal y una camiseta de finisher.
Sin ellos no habría llegado tan lejos.

Y esto es todo. La sensación con la que me quedo es de plenitud. Siento que lo que fui a buscar en el Tor lo he encontrado con creces.

No tengo una espina clavada ni siento la necesidad de volver otro año a terminarla.
Me parece que ha sido una experiencia única en si misma y que no necesita ni continuación ni repetición.
Me alegra también que la gente a la que quiero y que me quiere haya tenido la oportunidad de sentir esto de cerca y de disfrutarlo.

Gracias a todos.

Aviso a corredores y aventureros: En mi opinión el Tor des Geants es duro ... muy duro. Yo no puedo decir que fuera con una preparación optima. Pero sin duda es la vez que mejor preparado he estado. Pasado el tiempo aún no se donde perdí el control de la carrera. Recuerdo hablarlo con Victor mientras andabamos y no encontrabamos ningún error de bulto.


Posdata: Cuando en una carrera os den dos dorsales ... desconfiad.
La crónica del campeón en perfecto frances
Cronica de Victor
Crónica de Brenda
Crónica de Eudemus 
Cronica de Criss

Nota: la última parte de este post había desaparecido por lo que la he tenido que reconstruir de memoria ...

16 comentarios:

  1. Javier, soy Albertxo, un placer haberte conocido y haberte ayudado con el frontal y demás.

    Me he encantado tu relato. Con tu permiso, haré un enlace para que lo puedan leer en un foro de montañas de Euskal Herria (mendi martxak).

    Un saludo y que la vida te sonría.

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  2. Saludos Albertxo.
    Me encanta encontrar a gente como tú.
    Mi relato es tú relato ... usalo como quieras y que la vida te sonria a ti también.
    Hasta siempre.

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  3. Gracias Javier. Me ha gustado la crónica mucho. Yo también con el Tor he pasado sueño. Raúl no tiene blog, pero le paso el enlace para que te lea y vea su foto.

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  4. Emotiva y real tu crónica Javier.
    A todos nos resultarón días duros y noches mas complicadas, que tuvimos que salvar con más o menos suerte.
    Los recuerdos que tengo de estos días seran difíciles de olvidar y tu serás parte de ellos, de mi gran viaje por el Valle de Aosta.
    Cuídate compañero.
    Asis.

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  5. Soy Albertxo otra vez.

    Estábamos en la base de vida de Ollomont cuando vimos en el collado que volaba un helicóptero, lo que no imaginábamos es que ibas tú en él (¡qué morro, que no estaba incluido en el precio de la inscripción -jeje-).
    Faltando 15 minutos para el cierre de carrera apareció Kranx y nos dió un gran susto, pero de alegría, pues pensábamos que ya estaríais fuera de carrera.

    Él consiguió terminar, apurando el tiempo, y tú llegaste muy lejos.

    Lo dicho, un placer y hasta ¿otra? El año que viene en Gipuzkoa hay 2 marchas muy bonitas y no son tan salvajes: en junio Hiru Haundiak (100 km) y en julio Ehunmilak (100 millas)

    ---
    Manoli, si te refieres a Raúl (Linceul), dále un fuerte abrazo de mi parte, a ver si nos vemos en otra.

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  6. Sois todos unos Gigantes. Gracias por contarnos tu viaje. Intuyo lo que debieron ser esos dias. Enhorabuena, eres un valiente, Visir de Aosta. Un abrazo.

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  7. Teniendo en cuenta la emoción que me ha hecho sentir tu relato, la que debiste sentir allí en 1ª persona, tuvo que ser inolvidable.
    Gracias por acercarnos esas sensaciones a los que, por pereza o costumbre, no solemos explorar nuestros límites...

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  8. Brutal Javier. No tengo nada más que decir.
    Saludos

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  9. Hola Javier,
    Soy Paco del grupo de Tortosa. Acojonante, bestial... tu TOR. Seguro que esta excelente crónica solo és, en cuatro rallas, la punta del iceberg de lo que realmente viviste.
    Un abrazo

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  10. Hay una foto en especial en la que se ve realmente la brutalidad del desgaste fisico tan grande de esta prueba. Leyendo tu crónica y viendo otra vez tu sonrisa en las fotos del aeropuerto no cabe duda que habrá sido una de las experiencias por las que merece la pena todo esto.
    Un abrazo campeón!

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  11. Joder, Javier, me has tenido ahí, ahí... con el suspense hasta el final. LLegar es anecdótico. TE aseguro que viviste la experiencia Tor al completo. Entendiste lo que significa. Lo diste todo. Eres un gigante con muchho más mérito que muchos de los que llegaron. Me gustó el episodio de los ángeles valdostanos, ja, ja. Entre ellos incluiremos a Albertxo y Rober a los que el calificativo de "buena gente" se le quedad muy muy pequeño. Un abrazo y a recuperarse.

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  12. Hi Javier
    I hope you're feeling better! It was lovely to meet you at TdG.

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  13. Impresionante javier. Menudo carrerón que te has metido al cuerpo. Una crónica excelente.

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  14. Bueno Javier, enhorabuena por tu crónica. No sólo por la emoción que transmite y que tan bien conocemos, sino porque está realmente bien escrita!! Y acompañada de muy buenas fotos. Por cierto muchas gracias por los "regalicos", hay que ver, con lo poco que me gusta verme en plan protagonista.
    Veo que por ahí arriba ya te están enredando con la Hiru y la Ehunmilak. A lo mejor hasta nos vemos, que la Ehunmilak es en mi pueblo... pero sinceramente no estoy seguro de poder acabar una carrera "rápida" como esa.
    Un abrazo

    Victor

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  15. Impresionante experiencia... la dureza del Tor unida a la tensión de ir cerrando la carrera y los límites horarios...

    Felicidades.

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